Me pone mal cuando escucho gente que habla de mandar a sus hijos a un colegio privado sin saber por qué, como si fuese simplemente para evitar que vayan a una escuela pública, como si la escuela pública fuese una mala palabra. Soy consciente que mandar a un chico a una escuela pública ya no representa solo escaséz de contenidos, sino que muchas veces representa peligro. Recuerdo que hace unos años me encontré en el colectivo con una ex profesora del colegio y me dijo: "Ud no se imagina, en el turno tarde es imposible dar clases, vienen drogados, se agarran a trompadas, mas que profesor uno tiene que hacer de psicólogo."
Volviendo al tema en cuestión pareciera que lo que quieren evitar mandando a sus hijos a colegios públicos es el delantal blanco, el no sobresalir entre el resto, que su hijo comparta el banco con el hijo de un cartonero, o con el hijo del diariero, con alguien que se droga o quizá robe, que el hijo, no comparta pupitre con alguien que siempre va a compartir su vida, ya que están inmersos en la misma sociedad.
Recuerdo que en primer año del secundario tenía un compañero que venía con su mochila con 4 o 5 estéreos por día, recuerdo que a media cuadra del cole el barandazo a porro te mataba, pero a quienes nos interesaba hacer otra vida la hacíamos, y puedo decir con mucho orgullo que de mi grupo 3 personas seguimos carreras universitarias, los 3 en universidades públicas, y 3 egresados salieron de las mismas: un médico haciendo la residencia de pediatría y próximo a ser jefe de residentes en el hospital Ramón Cardillo, un astrónomo quien ya es Dr. en geofísica y actualmente está haciendo su pos doctorado nada menos que en la universidad de Princeton y un ingeniero, actualmente docente y próximamente a cargo del dictado de una materia optativa, obviamente de una universidad pública.
Lo que quiero dejar en claro es que, los que tuvimos educación pública también pudimos. Que mandar a los hijos a una escuela, colegio, o universidad pública no es mala palabra y que no hay que verse avergonzado. Eso si, mas allá de educación pública o privada, el ejemplo y educación principal comienzan en la casa de cada uno.
Debo decir que siento mezcla de impotencia y bronca ya que desearía poder mandar a mis futuros hijos a una escuela pública, pero acepto que de tener la otra opción, trataría de evitarlo. Ojalá la educación pública mejore y me saque esta angustia.
Volviendo al tema en cuestión pareciera que lo que quieren evitar mandando a sus hijos a colegios públicos es el delantal blanco, el no sobresalir entre el resto, que su hijo comparta el banco con el hijo de un cartonero, o con el hijo del diariero, con alguien que se droga o quizá robe, que el hijo, no comparta pupitre con alguien que siempre va a compartir su vida, ya que están inmersos en la misma sociedad.
Recuerdo que en primer año del secundario tenía un compañero que venía con su mochila con 4 o 5 estéreos por día, recuerdo que a media cuadra del cole el barandazo a porro te mataba, pero a quienes nos interesaba hacer otra vida la hacíamos, y puedo decir con mucho orgullo que de mi grupo 3 personas seguimos carreras universitarias, los 3 en universidades públicas, y 3 egresados salieron de las mismas: un médico haciendo la residencia de pediatría y próximo a ser jefe de residentes en el hospital Ramón Cardillo, un astrónomo quien ya es Dr. en geofísica y actualmente está haciendo su pos doctorado nada menos que en la universidad de Princeton y un ingeniero, actualmente docente y próximamente a cargo del dictado de una materia optativa, obviamente de una universidad pública.
Lo que quiero dejar en claro es que, los que tuvimos educación pública también pudimos. Que mandar a los hijos a una escuela, colegio, o universidad pública no es mala palabra y que no hay que verse avergonzado. Eso si, mas allá de educación pública o privada, el ejemplo y educación principal comienzan en la casa de cada uno.
Debo decir que siento mezcla de impotencia y bronca ya que desearía poder mandar a mis futuros hijos a una escuela pública, pero acepto que de tener la otra opción, trataría de evitarlo. Ojalá la educación pública mejore y me saque esta angustia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario